lunes, enero 30, 2006

En Wildkogel

Mientras el agua del té se calienta y yo pienso en una forma de empezar este artículo acerca de estos últimos días, no sabéis lo que cuesta a veces arrancar, el sol calienta y derrite la nieve, y es que por fin empieza a hacer un poco más de “calorcito” por aquí, aunque eso no exime a la aguja termómetro de subir de 0 o 1 ºC pero se agradece un poco de sol en la cara, aunque por la noche cuando el sol se esconde, el gélido frío vuelve a la carga y todo se congela de nuevo. Aquí queda nieve para rato.

Por fin con el té en la mano y con algo más de inspiración, me dispondré a contar que tal estos últimos días por aquí. Lo cierto y aunque muchos no os lo creáis (yo casi tampoco) lo que más he hecho ha sido deporte, eso si deportes de invierno claro: esquí de fondo y trineo. Con el esquí empecé el jueves por la mañana y seguí el viernes, bueno no se me daba tan mal, pero hasta ayer tenía unas agujetas terribles, no sabéis lo que cansa. Pero después de un poco de deporte unas cervecitas lo arreglan todo y es que las juergas no han faltado tampoco este fin de semana. El jueves estuve en casa de mi profesor de alemán en una fiesta con sus amigos austriacos que habían venido de vacaciones, o sea una fiesta de borrachos vamos. El viernes salí un poco por ahí aunque estaba tan cansado después del esquí que tuve que irme a casa pronto para dormir, el día siguiente seria duro.


Esquiando

Como os dije antes también estuve con el trineo, en concreto en Neukirchen, que es un pueblecito de por aquí cerca donde se encuentra la pista de trineo más larga de Europa, en total más de 7 Km. de recorrido repleto de curvas. Para aquellos que no sepáis como funciona muy bien lo del trineo, os diré que en cada trineo van dos personas, el conductor, que va delante y el ‘copiloto derribador’ detrás, la función del segundo es vigilar la “cola” y decir al conductor por donde van a adelantar los otros para cerrarles el paso. Como es evidente la función del conductor es dirigir el trineo, lo cual debe hacerlo con los pies, pues el trineo no tiene volante ni frenos. Otra función del ‘copiloto derribador’ es tirar bolas de nieve, agarrar, empujar, desestabilizar… a los contrincantes que intentan adelantarte, todo vale. Vamos bastante divertidamente y emocionante, pero a veces peligroso jeje. Mi compañero de trineo Herwig y yo nos turnábamos en los puestos, pero a mi conducir no se me da muy bien, ya que me salí en una de las curvas y fui a parar de cabeza a un arroyo :-) así que tuve que descender 3 Km. mojado, pero afortunadamente levaba ropa buena y el arroyo estaba parcialmente congelado así que no me moje demasiado, aún así pasé bastante frío. Más tarde me di otra ostia pero esta vez fue por culpa de un ‘copiloto derribador’ adversario. Al final le cogi el tranquillo al asunto y conseguimos llegar de los primeros, cosa que no esta mal para un malagueño, que no esta acostumbrado a la nieve. Se tardaba poco más 20 min. en subir a la montaña (Wildkogel de 2200 m aprox.) en teleférico y más de 1 hora en bajar por la pista de trineo o Rodellwann como se le llama por aquí. La pista empezaba a 2100 m de altura y acababa a unos 800 m y como ya he dicho tiene más de 7 Km. de recorrido.

Los machos del Wildkogel

Tras tan emocionante descenso volvimos a casa donde después de una reconfortante ducha nos fuimos un concierto de Jazz en Mosquito, un Pub español que hay en Mittersill, la banda era magnifica disfruté mucho del concierto, después la noche aún era joven y nos fuimos de marcha. Pero el domingo ¡¡¡¡Hhhaaaaayyy!!!! Me dolían todos los huesos de mi cuerpo, así que me lo tome de relax y esoestoesoestoesoesto... eso es todo amigos (por ahora).

miércoles, enero 25, 2006

Krimmler Wasserfälle Und Hohe Tauern Nationalpark

Ya iba siendo hora de que actualizará un poquito este blog, pero es que desde que he llegado lo cierto es que no me han pasado cosas muy interesantes que se diga. Hasta hoy.

La semana pasada fue bastante tranquilota, quizás demasiado, vamos para que nos entendamos que me aburrí de cojones. La verdad es que también me dio un bajón emocional y moral, pero bueno de eso ya estoy mejor. De hecho lo único interesante que hice fue caminar sobre las aguas de un lago, no se por se formó tanto alboroto cuando Jesucristo lo hizo, a mí no me pareció tan milagroso. Claro que en mi caso las aguas estaban congeladas, aunque eso no le quita dificultad, sino que más bien se la añade, habéis intentado alguna vez caminar sobre un gigantesco cubito de hielo, os aseguro que es resbaladizo y duro.

Hohe Tauern


Esta semana sin embargo esta resultando un poco más movidita así que tengo más cosas que hacer y menos tiempo para pensar, cosa que me esta ayudando a superar el bajón que me dio la semana pasada, espero que continúe así. En estos dos días no solo he tenido que trabajar un poquito y hacer de bricoman en casa de mi jefa un par de veces, sino que también he hecho un viaje que espero recordar siempre. ¿A dónde? os preguntareis los más curiosos pues nada más y menos que a la cosmopolita Krimml, que aunque solo posee alrededor de 400 habitantes tiene entre sus fronteras a la catarata más grande de Europa. Es sin lugar a dudas un espectáculo para la vista ver como el agua cae desde esa altura. Krimml no solo es famosa por sus cataratas, también lo es por su escasez de luz solar y solo disfruta de unas 2 o3 horas de sol al día ya que esta rodeada de montañas. Así que como es lógico hace más frío que en Mittersill, para que os hagáis una idea hoy hacía -23º C en Krimml mientras que en Mittersill hacía -12º C. Bien supongo que todos sabéis que el punto de congelación del agua es 0º C, así que no hace falta ser un lince para deducir que la mayoría del agua de la catarata estaba congelada. La mayoría si, pero no toda, ya que el agua cuando se mantiene en movimiento puede conseguir suficiente energía para mantenerse sobre su punto de congelación. En fin como se suele decir una imagen vale más que mil palabras, así que os dejo con 1001 palabras.

Una vista de parte de la catarata


Como podéis ver molan bastante, aunque sorprenden más en directo. En Krimml también empieza el parque nacional que rodea toda esta zona. Archiconocido por todos el “Hohe Tauern Nationalpark” se extiende por gran parte de la región de Pinzgau y por Italia. Lo poco que he podido ver de este Parque natural me ha resultado asombrosamente hermoso. Impresionante es la altura de sus árboles y blancas montañas, así como sus profundos senderos, que más bien parecen sacados de cuentos de hadas. Un regalo para la vista sin duda, ¡¡pero ay amigo -23º C son -23º C!! Y los calambres en los dedos de los pies y de las manos producidos por el frío no se hacen de rogar y pronto aparecen, pero son algo secundario entre tanta belleza natural. Os aseguro que es difícil mantener la boca cerrada mientras paseas por sus asombrosos y salvajes senderos y a esa temperatura hasta la saliva se congela.

Krimml y Hohe Tauern


Hoy también he ido a casa de Herwig, mi profesor de alemán, el cual me ha conseguido unos esquís de fondo y una tabla de snowboard así como el equipo necesario para esquiar (botas, guantes, unos pantalones de color rosa…) vamos que ya tengo el equipo necesario para empezar en serio con los deportes de invierno (las guerras de bolas de nieve y las carreras de trineo, me han servido para iniciarme). Por supuesto ya de paso nos tomamos también unas cervecitas y charlamos un rato “auf Deustch naturlisch!!!” (En alemán naturalmente). Así que el viaje a Graz que tenía pensado para este fin de semana se suspende para aprovechar e ir a esquiar, aunque más que suspenderse debería decir que se pospone unos días. Ya os contaré que tal la experiencia esquiando.


Bis bald (hasta pronto)

lunes, enero 09, 2006

De vuelta

Ya estoy de vuelta en Austria, mi regreso se hizo efectivo ayer a las 21:30, tras casi nueve horas de viaje ya que tuve que coger dos aviones, dos trenes, un taxi y un autobús, así que llegue molido a casa y tras una ligera cena y una par de llamadas telefónicas me fui pa la cama. Pero claro eso es normal acabar reventado tras un viaje tan largo, además tuve que ir corriendo a todos los sitios para no perder trenes ni autobuses de hecho casi me quedo arriado en Zell am See, ya que estuve a punto de perder el último autobús a Mittersill mi destino final (es la última vez que planeo un viaje con los horarios tan pegados). Así que aquí estoy de nuevo rodeado de nieve y ya tengo que empezar a acostumbrarme a este gélido clima del demonio de nuevo, aunque afortunadamente ayer pude abrir la puerta de mi casa sin tener que apalear nieve de la entrada, ni las tuberías de agua se congelaron y reventaron, que era mi mayor temor. Tampoco tuve problemas para pasar la aduana, ya que levaba siete botellas de alcohol, cuando lo máximo que me permitían eran dos botellas de vino o una de licor, vamos que tuve chorra.

Hoy tras mi primer contacto con los problemas derivados de la lengua he chocado con el muro de la realidad (ya hecho de menos entender y que me entiendan) y aunque ayer no tuve que apalear nieve hoy no me he librado. También hoy ha sido el día de ver algunos coleguillas, aunque a la mayoría los veré mañana ya que parece que se han puesto de acuerdo para irse todos de viaje al mismo tiempo.

Con respecto a las sensaciones que ahora invaden mi cuerpo, estoy todavía un poco confuso, no se si estar feliz por haber llegado a casa o triste por haberla dejado. Me siento, para que nos entendamos, dividido en dos, bueno el tiempo dirá. Una cosa si es cierta han sido unas vacaciones maravillosas y he disfrutado de cada momento con vosotros y eso no me lo quitará nada y menos la pequeña melancolía que ahora me posee. Básicamente y en resumen lo que quiero deciros es que os echaré mucho de menos en estos meses que me esperan aquí, aunque espero que alguno de vosotros venga a visitarme ya sabéis mi puerta se abrirá a vuestro camino. Espero que vosotros también hayáis disfrutado de mi presencia y compañía estas navidades (abstenerse de chistes fáciles con esta última frase por favor).

Hasta que nuestros pasos se encuentren de nuevo sobre el corto pero intenso sendero de la vida amigo/a.