El tiempo, algo que fluye a través de sí mismo con regularidad y periodicidad matemática. O puede que eso sea lo que nos quieren hacer creer ¿Nunca se os ha pasado el tiempo inusualmente lento? ¿O rápido? ¿No será el concepto tiempo una invención de las compañías relojeras? ¿O quizás algo con lo que fastidiarnos en las clases de física donde se nos plantean los típicos y odiosos problemas de cinemática?
Hace exactamente un mes y nueve días que volví de mi "exilio" voluntario en Austria y ahora mis recuerdos de ese país parecen tan distantes. No, no han pasado años, aunque para mí lo parezca. Eso me hace reflexionar sobre como vemos el tiempo. A las 23:30 tengo que entrar a trabajar y a las 7:30 salgo. Se supone que siempre pasa el mismo tiempo entre la entrada y la salida: 16 horas de libertad. Pero el cómo pasan esas horas ya es otra cosa, hay días que se me antojan eternos, mientras que otros se me pasan volando ¿Qué es más importante como transcurre el tiempo o como se nos transcurre este? Aunque sin duda alguna lo más importante es lo que hacemos con él, así que al carajo la pregunta de antes. Además seguramente lo que hacemos con nuestro tiempo afecta al "tiempo" que tarda el tiempo en trasncurrirnos.
Vivimos en el mundo de la inflexibilidad temporal; a tal hora entras a trabajar, a tal hora sales, tenemos franjas horarias para comer y ¡joder! Hasta anuncian por la tele cereales para cagar siempre a la misma hora (más conocido como principio de la regularidad de Kellogs). Somos los vasallos de dos agujas que giran en torno a la esfera, una esfera que representa nuestro tiempo. Pero ¿Por qué si es nuestro tiempo vivimos controlados por él? Es cierto que el mundo actual sería un caos si dejáramos de hacer caso a esas dos agujas, (*suspiro) nuestra sociedad es tan reticente a los cambios (por lo menso a los que no aportan beneficios económicos). Un rebelde en un mundo de vasallos, un rebelde que se cansa de luchar incluso antes de la gran batalla, un rebelde de causa perdida. Yo no quiero ser eso.
Quizás la solución sea una mezcla entre comprender y aceptar a nuestra estricta sociedad (siempre sin doblegarse a ella) y hacer lo que realmente queremos con algunas lamentables concesiones (a evitar). Según nuestros grandes soñadores racionales, el decir los físicos el tiempo es un concepto infinito, pero nuestro tiempo se acaba o por lo menos el tiempo que se nos ha concedido en esta vida, o en esta dimensión, o donde sea. Así que quizás lo mejor sea encontrar un punto de equilibrio, o hacer una lista de prioridades.
Ojo: este post no es una auto-excusa para llegar tarde, así que nadie lo use para eso. No olvidemos el concepto compromiso, si te comprometes a gastar tu tiempo con alguien, no jodas al otro haciéndole perder su tiempo.
Hace exactamente un mes y nueve días que volví de mi "exilio" voluntario en Austria y ahora mis recuerdos de ese país parecen tan distantes. No, no han pasado años, aunque para mí lo parezca. Eso me hace reflexionar sobre como vemos el tiempo. A las 23:30 tengo que entrar a trabajar y a las 7:30 salgo. Se supone que siempre pasa el mismo tiempo entre la entrada y la salida: 16 horas de libertad. Pero el cómo pasan esas horas ya es otra cosa, hay días que se me antojan eternos, mientras que otros se me pasan volando ¿Qué es más importante como transcurre el tiempo o como se nos transcurre este? Aunque sin duda alguna lo más importante es lo que hacemos con él, así que al carajo la pregunta de antes. Además seguramente lo que hacemos con nuestro tiempo afecta al "tiempo" que tarda el tiempo en trasncurrirnos.
Vivimos en el mundo de la inflexibilidad temporal; a tal hora entras a trabajar, a tal hora sales, tenemos franjas horarias para comer y ¡joder! Hasta anuncian por la tele cereales para cagar siempre a la misma hora (más conocido como principio de la regularidad de Kellogs). Somos los vasallos de dos agujas que giran en torno a la esfera, una esfera que representa nuestro tiempo. Pero ¿Por qué si es nuestro tiempo vivimos controlados por él? Es cierto que el mundo actual sería un caos si dejáramos de hacer caso a esas dos agujas, (*suspiro) nuestra sociedad es tan reticente a los cambios (por lo menso a los que no aportan beneficios económicos). Un rebelde en un mundo de vasallos, un rebelde que se cansa de luchar incluso antes de la gran batalla, un rebelde de causa perdida. Yo no quiero ser eso.
Quizás la solución sea una mezcla entre comprender y aceptar a nuestra estricta sociedad (siempre sin doblegarse a ella) y hacer lo que realmente queremos con algunas lamentables concesiones (a evitar). Según nuestros grandes soñadores racionales, el decir los físicos el tiempo es un concepto infinito, pero nuestro tiempo se acaba o por lo menos el tiempo que se nos ha concedido en esta vida, o en esta dimensión, o donde sea. Así que quizás lo mejor sea encontrar un punto de equilibrio, o hacer una lista de prioridades.
Ojo: este post no es una auto-excusa para llegar tarde, así que nadie lo use para eso. No olvidemos el concepto compromiso, si te comprometes a gastar tu tiempo con alguien, no jodas al otro haciéndole perder su tiempo.
4 comentarios:
No sé qué decirte, funciono a base de flashbacks.
El tiempo es oro querido amigo. Piensa bien es qué cosas lo inviertes.
Por eso controlamos el mismo. Además, si no midieramos el tiempo ¿como ibas a saber cuantos minutos nos hemos retrasado cuando quedamos contigo? No podrías echarnos en cara nada.
Por cierto porqué no te pasaste el Viernes?
Donde se supone que tenia que ir el viernes?
Sí, lo de que el tiempo es relativo es la leche. Quiero decir, que es acojonantemente cierto la forma en que se cumple.
Te pasas la semana diciendo: bueno, por qué coño me harán trabajar en esta época del año, ¿les proporcionará placer tener gente empleada en mirar el techo? ¿hemos descubierto una nueva forma de fetichismo entre los ejecutivos?
Y luego llega el fin de semana, y, joder, se pasa volando. ¿Es una broma sin gracia del destino? ¿Está la mente humana mal configurada? Yo creo que sí, que algo salió mal en el proceso evolutivo y nuestra psique hace transacurrir en cero coma el disfrute y la ostia de lento lo que no nos gusta.
Por cierto, pese al tono tan negativo que tienen mis posts últimamente, es sólo que me gusta quejarme, en realidad estoy bien y tiro de optimismo para seguir hacia delante (creo que es lo que todo el mundo debe hacer: relativizar y no rallarse).
Bueno, chavales, ya falta menos para que os dé la sorpresa. Ya os avisaré.
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