lunes, diciembre 05, 2005

Trabajo en Saalfelden

Como algunos de vosotros sabréis, el martes pasado empecé a trabajar en Saalfelden, que es una ciudad de esta a 43Km. de Mittersill. Trabajo en una asociación para niños y jóvenes y se supone que tengo que trabajar tanto en el jugendzemtrum (centro juvenil) como en el kinderzemtrum (algo así como una guardería). La verdad es que me encanta trabajar en la guardería, los niños son muy divertidos y siempre me están preguntando cosas para ellos es algo bastante nuevo el conocer a alguien de otro país completamente diferente y ven en ello una oportunidad para aprender, que por ahora los jóvenes del jugendzemtrum creo que no aprovechan. Trabajar en el jugendzemtrum es bastante aburrido, no solo porque no van muchos jóvenes, sino porque estos son bastante sosos y no hablan apenas, solo entre ellos. Los jóvenes son en general bastante cerrados, yo creo que es porque están bastante reprimidos desde la infancia. Además son bastante violentos entre ellos, supongo que serán las hormonas (la mayoría tiene entre 13 y 16), por lo que generan un ambiente que es de todo menos agradable.

Mi trabajo en Saalfelden es completamente voluntario y solo voy si quiero (por ejemplo la semana pasada solo fui tres días), y el tiempo que quiero, así que para que engañarnos, intento pasar más tiempo en la guardería que en el jugendzemtrum. Además en la guardería estoy aprendiendo un montón de alemán con los niños. Tampoco penséis que allí me mato a trabajar, normalmente solo trabajo tres o cuatro días por semana y alrededor de unas tres o cuatro horas por día, aunque a esas horas hay que sumarle las que tardo en el ir y venir, que ronda entre las dos o tres horas dependiendo el día y la hora, lo cierto es que la comunicación por tren entre Saalfelden y Mittersill es una mierda, ya que siempre tengo que coger dos trenes o un tren y un autobús. El trabajo en si no es duro y lo único que tengo que hacer es jugar con los niños, hablar con los niños y con los jóvenes (estos últimos si se dejan claro), vigilar que nadie se mate, que nadie intente matar a otro o que no destrocen el material. Aunque por ahora todo el mundo es respetuoso conmigo, hacen caso de lo que les digo y en general me tratan bastante bien

Como anécdota deciros que cuando juguéis a las cartas con niños nunca penséis “venga no voy a ser muy perro que solo son niños” ya que ellos son unos pequeños cabroncetes jugando. De hecho el jueves estuve jugando con ellos al uno y al solo (dos juegos de cartas) y no gane ni una sola vez, es más quede el último la mayoría de las veces, algo de lo que no me siento especialmente orgulloso.

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