Ante la falta de acontecimientos personales de relevancia, me dispongo a hablaros un poquito más acerca de Austria, en concreto de su legado y su historia musical. Y es que los austriacos si hay algo de lo que estén orgullosos es de “su” música, o al menos se sienten más orgullosos de esto que de Adolf Hitler (que para los que no lo sepáis era natural de Austria). Tanto en Viena como en Salzburgo, dos de las capitales más importantes de toda Europa y de todo el mundo, las operas; los conciertos; festivales… se suceden a lo largo de todo el año, aunque desde luego en la mayoría de os casos os precios no son para nada populares.
Fueron los Habsburgo (casa imperial que gobernó Austria desde el siglo XIII hasta principios del siglo XX), quienes fomentaron e impulsaron este arte en todo su imperio, pero especialmente en la capital: Viena. Por lo que no es sorprendente que su corte se hallara repleta de músicos, pero no nos confundamos, como todos buenos jefes y aunque apreciaran el trabajo de sus empleados, los Habsburgo pagaban una miseria a sus músicos y generalmente ser músico era sinónimo de pobreza y esfuerzo, siendo el único “lujo” para ellos el poder decir que vivían en la corte de su ilustrísima el Kaiser auf Österreich (Emperador de Austria), aunque por lo general estos vivían en los pestilentes y faltos de luz aposentos destinados al servicio (cocineras, limpiadoras….) solo algunos de ellos como W.A. Mozart fueron tratados un poco mejor. Entre los músicos Austriacos de más renombre se encuentran: Haydn, Franz Schubert, Brunker, Wolf, Mahler, Franz Lehár, Johann Strauss y el maestro de maestros W.A. Mozart.
El auge musical en el imperio empezó hacia el siglo XVII. La música del imperio, mezcla elementos barrocos con un poco de folclore musical, lo cual daban a las composiciones un sonido distintivo en Europa. Los autores más importantes de esta época fueron Haydn, Mozart y Beethoven (quien recogió el legado de los dos primeros), este ultimo aunque no fuera austriaco sino alemán paso gran parte de su vida en Austria, de hecho su obra más conocida, la novena sinfonía la compuso en Austria. Más tarde Franz Schubert, natural de Viena y más pobre que un mendigo compone su famosa sinfonía inacabada (a lo mejor por eso le pagaban tan poco, por que no terminaba sus obras jeje). En el siglo XIX el sonido de las composiciones toma otro camino, es el tiempo de Wolf, Mahler, Brunker, quienes influenciados por Wagner (alemán) se colocan de nuevo a la vanguardia de la música moderna de la época. A finales de este siglo empiezan a explotarse la opereta (opera de aspecto más popular) y el vals, aunque este último no empezó con buen pie, ya que en sus comienzos escandalizaba por su frivolidad, pero finalmente tuvo una muy buena tanto dentro como fuera de la corte. Sin duda alguna los genios de estos dos últimos géneros fueron Johann Strauss padre e hijo (S. XX), que al tener el mismo nombre, generaron y generan aún algunas confusiones a la hora de atribuir ciertas obras al uno o al otro. Aunque son muchos sus valses famosos, el que más destaca es el vals del Danubio azul.
Pese a su dilatada historia musical, no creáis que todos los austriacos son duchos en la materia, más bien no lo son, aunque bien es cierto que por lo general suelen serlo más que los españoles, aquí en Austria también se escuchan las grandes obras repulsivas contemporáneas tales como “tengo la camisa negra” y autores de renombre tales como las Spice Girlds (¡aún a estas alturas!). Lo que si podéis creer es que con toda seguridad Viena y Salzburgo siguen siendo las capitales de la música clásica del mundo, y ello se refleja en la cantidad de auditorios, conservatorios, museos, monumentos… musicales que se pueden encontrar en ambas ciudades.
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W.A. Mozart
De todos estos grandes músicos “made in Austria” sin duda el más famoso es Wolfgang Amadeus Mozart. En este año 2006 se celebra también el 250 aniversario de su nacimiento en su ciudad natal (Salzburgo), 2006 das MozartJahr (2006 el año de Mozart). Por ello le dedico algunas líneas a este controvertido personajillo Salisburglensis.
Juan Crisóstomo Wolfgang Teófilo Mozart nació en enero de 1756 en Salzburgo, por lo tanto no era Austriaco sino Salisburglensis (natural de Salzburgo), ya que por esos tiempos, Salzburgo era un principado gobernado por arzobispos no por los Habsburgo y por lo tanto totalmente independiente del resto del imperio austriaco. Como también podéis ver no se llamaba Amadeus, nombre que se auto impuso más tarde por su propia voluntad. Era hijo de Leopoldo Mozart, un prestigioso violinista que trabajaba en a corte del príncipe-arzobispo de Salzburgo. Pronto su padre, que también era su maestro se dio cuenta del potencial de su hijo, el cual se dedicó casi por entero a la educación musical de su hijo. A los solo 6 años de edad Mozart y su hermana Nannerl, que era 5 años mayor, tocan ante la corte del emperador Maximiliano III en Munich y pocos meses después ante la corte imperial de Viena. A los 7 años compone su primera obra “Minué al sol” y comienza una larga gira por toda Europa, que ocupa casi toda su niñez y adolescencia, en este viaje lo acompaña su madre, cual muere en París durante la gira. Durante su tour Mozart tiene la oportunidad de tocar en las cortes más prestigiosas de toda Europa.
Fuera ya de su adolescencia, Mozart es nombrado compositor de la corte del Kaiser (emperador) José II, Mozart se traslada a Viena donde pasa la mayor parte de su vida en parte por su nuevo nombramiento y en parte porque es expulsado de Salzburgo por el arzobispo, ya que por aquel entonces Mozart era casi tan conocido por su música como por su carácter rebelde, caprichoso, despilfarrador, controvertido, vividor etc. con el cual el arzobispo no estaba muy de acuerdo, incluso en varias ocasiones llego a amenazarle con la excomunión (que por aquellos entonces era un muy dura sentencia). Allí en Viena y en desaprobación con su padre y su hermana se casa con Constanza Weber en 1782. Pero realmente Mozart nunca fue feliz, como se dice “el niño genio perjudicó al compositor maduro” todo esto pese a que gozaba de una posición muy privilegiada dentro del gremio de la música y a la simpatía que le procesaba el emperador, lo cual hacia que tuviera un salario nada despreciable, pero sin duda no lo suficientemente alto como para cubrir su caprichoso carácter, por lo que finalmente se vio sumido en la pobreza. En 1791, un anónimo amante de la música le encarga un réquiem, en lo cual Mozart preconiza su propia muerte, la cual llega finalmente el 5 de diciembre de ese mismo año y con su réquiem aún sin finalizar, el cual será terminado por sus discípulos. Con respecto a su muerte hay muchas especulaciones entere ellas el asesinato, pero la oficial es muerte natural por fiebre reumática. Es enterrado dos días más tarde en una fosa común, sin suficiente dinero para pagarse una tumba propia, en el cementerio de Saint Marx en Viena. Días más tarde cuando se quiere trasladar sus restos mortales a una tumba propia, el cuerpo de este no es encontrado. Por lo que su alma tendrá que conformarse con un monumento en el mencionado cementerio.
El genio durante su vida compuso más de 22 operas, 18 misas, 51 sinfonías, 23 divertimientos, 10 serenatas, 23 conciertos para piano, 30 conciertos para piano y orquesta etc etc etc.
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