lunes, octubre 31, 2005

On Arrival training in Viena

Bueno se acabaron mis “vacaciones” en Viena :-( aunque me llevo un buen recuerdo de estas. Es agradable de vez en cuando salir de Mittersill y cambiar de aires, aunque sea por aires más contaminados. Viena por si alguno de vosotros no lo sabe es la capital de Austria y cuenta con algo más de un millón y medio de habitantes además de ser una de las capitales del arte más importantes de todo Europa, ello hace que en la ciudad se perciba un encanto especial, casi mágico. En fin la mejor manera de describir Viena es diciendo “Viena esta viva”.

Es te viaje era un viaje de trabajo/placer ya que tenia que asistir a un congreso para los voluntarios que duraba tres días (On arrival training), aunque tres voluntarios de Salzburgo (dos chicas y un chico) y yo fuimos dos días antes para tener más tiempo para ver la ciudad. El primer día (lunes) lo pase en Salzburgo auque la verdad es que no hice nada especial salvo por una fiestecilla que hicimos por la noche, así que el martes nos resulto difícil levantarnos a las 5:30 para coger el tren que nos llevaba a Viena. El primer día en Viena fue agotador y no empezó con buen pie, a mi se me rompió la maleta en el metro, tardamos la de dios en encontrar el hotel, y encima el banco Sparcasse donde tenemos la cuenta los voluntarios no es muy famoso en Viena, así que también tiramos un buen rato en encontrar uno. Pero bueno ya por la tarde estaba todo arreglado y mis ilusiones de ver Viena todos juntos de fueron a la mierda cuando las chicas dijeron nos vamos de compras (manda huevos recorrer 360 Km. en tren para tirarse dos días de compras), así que Jonathan y yo decidimos “que les den”, y nos fuimos a ver la parte antigua de Viena, que es una ciudad preciosa, aunque yo esperaba que tuviera más edificios antiguos, y es que el cabrito de emperador Francisco José decidió en el siglo XIX demoler algunos de los edificios más antiguos y las murallas para hacer de Viena una ciudad moderna, pero bueno aunque de arquitectura más moderna también son bonitos. En Viena es típico encontrar músicos tocando en las calles, mimos, pequeños teatros de marionetas… y lo cierto es que es imposible dar dos pasos sin que algo que merezca la pena ver te entretenga.

Ya el segundo día era festivo, el día del 50 aniversario de la independencia austriaca de las fuerzas aliadas de ocupación tras la II guerra mundial. Ese lo dedicamos a ver monumentos, palacios y museos. Por la mañana los 4 visitamos (esta vez las chicas si vinieron, más que nada porque era festivo y las tiendas cerraban) los palacios de Bebedere y Schönbrunn, ambos palacio imperiales de veraneo (no veas como Vivian los cabrones de los Habsburgos) y por la tarde tuvimos que ver un desfile militar en honor del día de la independencia, y dio tuvimos, por que no había forma de cruzar la calle sin que un tanque te arrollara, y tras dos horas por fin fue posible cruzas la avenida y legar al museo de historia natural. La noche llegó y claro después de asimilar tanta cultura durante todo un día uno necesita cerveza, y al fin y al cavo la cerveza es una bebida tradicional de Austria, así que se puede decir que con cada sorbo de cerveza aprendo algo más sobre Austria :-).



Ya el jueves empezaba el congreso, la verdad es que lo pase tan bien en este como en Viena, los monitores eran estupendos, y se hizo muy ameno, además pude conocer a los demás voluntarios, y eso siempre esta bien para gorronear alojamiento gratis cuando viajas. En el congreso se habló de servicio de voluntariado europeo, de nuestros derechos y deberes y de toda esa pesca, pero por la noche era juerga tras juerga, la verdad es que no me lo pasaba tan bien desde hacia tiempo. Para colmo conocí a un voluntario de Galicia bastante majo que vive y trabaja a solo 30 Km. de Mittersill, así que ya no voy a estar tan solo.

Pero por desgracia todo lo bueno se acaba y el sábado por la noche cogimos un tren a Salzburgo donde celebramos otra fiesta. Finalmente el domingo estaba tan reventado que lo único que hice fue dormir y coger el tren de las 6 de la tarde, rumbo Mittersill y aquí estoy de nuevo.

Pd. Tras mi último fin de semana en Viena esta conoce los poderes curativos del calimocho.

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